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martes, 8 de marzo de 2011

Dias de milagros en Capernaum - Jesus la luz del mundo

Por la mañana en la sinagoga

Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba. Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.

Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él! Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él. Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen? Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea. Marcos 1:21-28



Por la tarde en la casa de Pedro


Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan. Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella. Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía. Marcos 1:29-31


Una noche colmada de milagros en Capernaum

Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. Mateo 8:16-17



La predicación por toda Galilea después de una noche de oración

Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Y le buscó Simón, y los que con él estaban; y hallándole, le dijeron: Todos te buscan. El les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido. Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios. Marcos 1:35-39



Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos. Mateo 8:1-4

Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Marcos 2:1-2



Un paralítico es metido por la azotea y es curado y perdonado

Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar. Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él. Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús. 

Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados. Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios? Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué caviláis en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Al instante, levantándose en presencia de ellos, y tomando el lecho en que estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios. Y todos, sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios; y llenos de temor, decían: Hoy hemos visto maravillas. Lucas 5:17-26

¿El diablo te ha engañado haciéndote creer que el tiempo de los milagros ya terminó?

Ten fe, Jesús sigue siendo el mismo de Ayer de Hoy y por todos los Siglos, Jesús puede sanar cualquier enfermedad, -aun la que parezca imposible para la mente humana-, Jesús puede aun resucitar a los muertos, Jesús puede liberar a las personas atadas y aun a los endemoniados, como también puede limpiar de todos los pecados a toda persona que se acerque a él, pero el requisito indispensable es creerle solamente ha lo que su Palabra dice.

El enemigo salio derrotado en el tiempo que Jesús estuvo en Capernaum, pero ahora los milagros siguen dando testimonio que Jesús aun vive, y sigue siendo el mismo de todos los tiempos como lo dice su Palabra:


Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Hebreos 13:8

¿Él ha cambiado? No bajo ninguna circunstancia, el que ha cambiado la Palabra de Dios es el hombre, y por lo tanto dice su Palabra que El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Mateo 24:36

Si has perdido la fe, es tiempo de recuperarla, porque Él quiere limpiar y sanar a toda persona que le crea a lo que su Palabra dice.

El tiempo de los milagros sigue tan vivo, como la preciosa sangre de Cristo, que aun es capaz de perdonar pecados y limpiar de toda maldad, aun a la persona mas despreciada por la sociedad.

Solamente hay que creer a lo que su poder es capaz de hacer.

La pregunta que Él hace es ¿Crees a lo que soy capaz de hacer?

Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. Marcos 9:23

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